La degradación del cartílago articular se denomina medicamente artrosis, y se desarrolla por etapas: inicialmente se vuelve frágil y quebradizo, después pierde grosor y, por último, desaparece dejando el hueso subcondral al descubierto.

Si el cartílago desaparece, el hueso aumenta su densidad para ampliar su base de soporte y crece por los extremos. Esta formación de osteofitos o formaciones óseas nuevas compensatorias solo son visibles por medio de una radiografía y su tratamiento es complicado, hasta el punto de que finalmente hay que someterse a una sustitución quirúrgica de la articulación. Por esta razón siempre es muy importante el trabajo de prevención sobre nuestros cartílagos. 

La destrucción del cartílago implica que ciertas partículas desprendidas induzcan una inflamación de la capsula sinovial que se representa con dolor, edema localizado e impotencia funcional, acelerando así aún más la destrucción de la articulación.

Son muchas las personas que hasta que no sienten dolor o molestias que le impiden desarrollar sus actividades diarias no toman ninguna medida para cuidarlas. Lo que no saben es que, en ocasiones, cuando ya se muestran esos síntomas es difícil mejorar la condición de nuestras articulaciones.

Determinadas circunstancias, como lesiones mal curadas o de repetición, traumatismos, obesidad, trastornos ortopédicos o una profesión de sobrecarga de trabajo en ciertos puntos del cuerpo pueden determinar la localización o la gravedad del desgaste del cartílago. 

El cartílago tiene una función importante de distribución de la carga de la articulación y amortiguando el roce entre dos huesos, por lo que su deterioro implica el mal funcionamiento de las articulaciones afectadas.

La prevención durante los primeros 30 años de edad es decisiva para los problemas de desgaste articular. Es importante empezar con la prevención cuando se es joven, pero al ser un proceso degenerativo progresivo siempre estamos a tiempo de ralentizar el proceso y aliviar las molestias.

Se recomienda:

• Un ejercicio periódico con un esfuerzo moderado, como las caminatas, la natación, el ciclismo o el yoga pueden prevenir estas futuras lesiones articulares. 
• Una alimentación saludable también ayuda a evitar el sobrepeso, lo que reduce considerablemente el riesgo de sufrir enfermedades articulares.
• La combinación de ejercicio y alimentación sana con complementos alimenticios orientados a frenar el proceso degenerativo articular son un buen recurso. 

Artifin® es un complemento a base de sulfato de glucosamina y condroitina, cúrcuma, pimienta negra, Polygonum (Resveratrol) y vitamina C, que contribuye a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de los cartílagos.

También disponible Artifin®-Crema para uso tópico a base de extractos de plantas, aceites esenciales y minerales de fácil absorción. Recomendado para el masaje muscular y el cuidado articular. Aplicar como refuerzo para disminuir los síntomas asociados a la fatiga y el cansancio muscular y los dolores articulares. Uso externo.