Las legumbres son las semillas de las plantas conocidas como leguminosas. Se trata de un grupo de alimentos muy completo que no puede faltar en nuestra alimentación. Algunas de las legumbres más conocidas son: lentejas, garbanzos, frijoles y guisantes.

Para evitar, o reducir al menos, los gases provocados por las legumbres es importante prestar atención al tiempo de remojo y al tiempo de cocción. Debemos mantener las legumbres a remojo unas 12 horas antes de cocinarlas y cocerlas el tiempo estimado.

Las legumbres son una importante fuente de proteínas, hidratos de carbono, potasio, hierro, fibra, vitaminas y otros minerales. Sin duda, un alimento muy recomendable por su variada composición.

Para la correcta absorción de las semillas de lino y poder aprovechar todos sus nutrientes es importante que la molamos antes de consumirla. Estando molida, podemos incluirla en cualquier alimento: cereales, yogures, salsas, etc.

Las semillas de chía suelen consumirse mezclándolas con agua u otros líquidos. Estas semillas absorben el líquido rápidamente y aumentan su tamaño y se reblandecen. Con este proceso hecho, puedes refrigerarlas y consumirlas cuando y cómo quieras.

La chía tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, laxantes, digestivas, depurativas y vitamínicas. Por eso, es una semilla recomendada para mejorar la digestión acelerar el tránsito y prolongar la saciedad y fortalecer en general nuestro sistema. Una semilla con unos valores nutricionales variados y completos.